martes, 4 de mayo de 2010

Colom, decisión histórica. Si no quiere escuchar es otra cosa.

Colom, decisión histórica
Si no quiere escuchar es otra cosa.
Por: Miguel Ángel Albizures
En el ejercicio del poder, los funcionarios tienen la oportunidad de tomar decisiones que pueden ser de suma importancia para el futuro del país y por lo cual se les puede recordar y citar en diferentes oportunidades como aquellos que no se doblegaron, que prefirieron la crítica furibunda de quienes defienden intereses extranjeros y de los grupos de poder económico interno, antes que devastar al país entregando los recursos naturales a las grandes transnacionales.

El presidente Colom, ha tenido otras oportunidades que ha desperdiciado, pero ahora tiene una que puede levantar polvo es cierto, pero sería simple y llanamente responder a lo que fue el resultado de la investigación que pidió a los abogados del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), al clamor de uno de sus ministros y del movimiento social que han fundamentado el daño irreparable e irreversible que le provocaría a la Laguna del Tigre y a todas las áreas protegidas del país, la prórroga y ampliación de un contrato a la compañía Perenco, a todas luces lesivo a los intereses de Guatemala.

Como bien lo expresa una frase de la Escuela de Pensamiento Ecologista Savia, que parece simple, pero que lo dice todo: “¡Selvas, agua y futuro, no se venden por el crudo!”. Y no hay derecho que el presidente Colom y su gabinete, hipotequen el futuro de las nuevas generaciones, pues no se trata sólo de responder a intereses extranjeros sino de una violación flagrante a la Constitución que se comprometió a respetar y hacer que se respete. Bases para decir “No”, mandarlos al carajo y taparle la boca al grupito de los que hablan de desarrollo, mientras ordeñan al Estado y los recursos naturales, las hay pero falta ver la voluntad política y decisión que tomen. Por el momento, se cuenta con el rechazo decidido y valiente de Ferraté, conocedor del tema y a quien quieren hacer renunciar porque se convierte en una piedra en la conciencia, si es que la tienen, de los funcionarios comprometidos con el despojo de los recursos naturales del país.

Tal como lo dijo un eminente y joven abogado que participó en el estudio de Conap, aprobar la ampliación “es una burla a todo el ordenamiento jurídico que ha costado sangre a nuestro país”. Si eso no le importa al presidente Colom, pues que pague el costo político de sus desaciertos. Él sabe perfectamente quiénes están atrás de este negocio y lo que suman en dólares 13 mil barriles diarios de petróleo a un precio de US$85 cada uno que se lleva la Perenco, y sabe también los efectos desastrosos a las áreas protegidas. El estudio que pidió, lo dice todo. Si no quiere escuchar, es otra cosa.
Fuente: http://www.elperiodico.com.gt/

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