Golpes a la impunidad 

Los magistrados reaccionaron por Castresana.

Miguel Ángel Albizures

Los acontecimientos de la semana pasada marcan hechos históricos en la convulsa vida política del país y evidencian dos tipos de sociedades: la que la mayoría de guatemaltecos queremos y la que violentamente nos quieren imponer. Demuestra también quiénes se la juegan frente a los impunes y quiénes permanecen en un silencio cómplice que habla por sí solo. Además de ello, nos refleja el temor imperante y la debilidad del movimiento social respecto a su capacidad de convocatoria pero contundente en sus posiciones y en la lucha por la democracia y contra la impunidad.

La Corte de Constitucionalidad (CC) ha salido al rescate de la crisis y ese es precisamente el papel que los magistrados deben jugar en la vida política del país. Hemos sido severos críticos de su actuación, cuando no miden las consecuencias de sus fallos y cuando estos reflejan intereses de grupos que presionan para violentar la Constitución, como sucedió cuando la Corte dio paso a la candidatura de un genocida. Este triunfo de la sociedad civil y el importante fallo de la CC, debe llevar a la reflexión a los miembros de la Comisión de Postulación, por su actuación negativa en el proceso; a los diputados al Congreso, por el papel mediocre que han jugado y por haber transado con las mafias para la selección de candidatos y por mantener importantes leyes engavetadas que pueden contribuir en el freno a la corrupción, al enriquecimiento ilícito y a la impunidad en todas sus manifestaciones. Al Presidente de la República, para que escuche a los sectores democráticos y medite sobre las consecuencias que pueden traer sus decisiones políticas.

Si no hubiera sido por la renuncia del doctor Castresana, y las serias acusaciones que hizo contra el Fiscal, los magistrados no habrían reaccionado, el presidente Colom hubiera continuado justificando su decisión, las voces no se hubieran levantado en forma inmediata y el copamiento del Ministerio Público continuaría de forma acelerada. Las mafias ganaron un pulso con la renuncia de Castresana, pero se les retorció el brazo y ganó la sociedad civil y el Estado de Derecho que aún necesita muletas para avanzar y fortalecerse. La lección está dada, sino la aprendemos seremos responsables de lo que pase en el futuro, porque la reacción violenta y salvaje que se dio después del fallo de la CC, demuestra lo que son capaces de hacer. Seguirán las acciones desestabilizadoras y los ataques a la CICIG, sin descartar las amenazas y los asesinatos políticos para lograr sus objetivos. Es hora de unir fuerzas y demostrar que se ama al país, que se apuesta por la democracia.
Fuente: www.elperiodico.com.gt