martes, 1 de junio de 2010

Ante al asesinato colectivo de cooperantes en el Barco “Mar de Marmara”



Ante al asesinato colectivo de cooperantes en el Barco “Mar de Marmara”
Muerte en el mar, impunidad en la tierra
En la madrugada del 31 de mayo un grupo de hombres y mujeres de diversas nacionalidades
zarparon en un grupo de barcos rumbo a Gaza , esa porción de tierra que fue duramente
castigado hace un año con los bombardeos indiscriminados del Ejército Israelí más de cinco mil
muertos y cuatro veces más de heridos en menos de un mes.
La dignidad humana en ese grupo de hombres y mujeres de diversas nacionalidades fue el
motor para emprender una misión en donde claramente estaba en riesgo su vida, su objetivo
llevar medicina, alimentos, insumos de construcción, todo lo que el Estado de Israel ha negado
a la población Palestina en Gaza. La humanidad no puede permanecer inmutable frente al
crimen ejercido contra población civil desarmada, hombres, mujeres y niños que palidecen de
hambre, sed y falta de atención médica todos los días.
¿Hay solvencia moral para ejercer un bloqueo que mata de hambre a millones de seres
humanos?, ¿Desde cuándo es permisible realizar castigos colectivos cuando existen diferencias
políticas?, ¿Qué o quién le da autoridad al Estado de Israel para realizar acciones militares en
aguas internacionales contra naves civiles con civiles desarmados abordo? ¿Cómo se puede
justificar el uso de armas de alto poder contra palos (de haber existido) o es acaso que Israel no
conoce lo que son las balas de goma, el gas lacrimógeno? Cínicos son los esfuerzos del Estado
de Israel por culpar al muerto por su muerte, a la victima por su victimario, no cabe duda que
estamos frente a la bajeza humana.
Es claro que la intención de Israel era matar y así fue, de 9 a 20 hombres y mujeres no volverán a
ver el amanecer, no regresaran a sus hogares. No hay justificación en la defensa de su
población la cual se pone en peligro cada vez que sus gobiernos asesinan impunemente, cuando
mantienen una ocupación ilegal y criminal en Palestina, cuando hacen oídos sordos al clamor
de la humanidad entera por los palestinos y los árabes israelíes que viven en un régimen de
apartheit, un Estado que vive del comercio de la muerte (armas y asesoría) en el mundo entero.
No había ni habrá justificación para la muerte de civiles, no hay justificación para negar la
dignidad de una patria a millones de palestinos.
Exigimos a los gobiernos de Centroamérica, que conocen de cerca lo que es una guerra, las
lagrimas de una madre sobre el cuerpo de su hijo asesinado, el hambre arrebatando el aliento de
vida a niños, que condenen este acto atroz y sin sentido, que demuestren que treinta años de
muerte nos enseñaron varias lecciones de vida.
A todos los hombres y mujeres, a los cuales las justificaciones de sangre que da el Estado de
Israel ya no convencen, y ofenden, hacemos el llamado para condenarlo con toda la fuerza de
nuestra voz y corazón, la solidaridad humana no conoce religión, estatus de vida o adscripción
ideológica.
Comité guatemalteco de solidaridad con el Pueblo de
Palestina
01 de junio del 2010

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