viernes, 5 de febrero de 2010

Ortega Menaldo rompe las filas del silencio

Francisco Ortega Menaldo


Ortega Menaldo rompe las filas del silencio

A pesar de ser señalado en documentos desclasificados del Gobierno de EE.UU., país que le retiro la visa, el  general retirado dice estar listo para un nuevo enfrentamiento. Su misión: limpiar su nombre y desmentir los señalamientos de Llort.
Por: Erick Girón
  
“Cuando Estados Unidos me retira la visa
por puras situaciones publicitarias, yo pedí que se me presentaran las pruebas y le juro que no hubo ninguna…No descarto luchar para recuperar mi visa a pesar que el costo de los abogados es muy oneroso, porque tengo que limpiar mi nombre”.

“Es un invento a saber de quién, saber quién se la fumó y dijo “La Cofradía” son todos los de inteligencia, pero en realidad no existe. Es una palabra que se sacaron los camaradas para distinguir talvez a los oficiales que más habían combatido y atacado a la guerrilla”.
Más de 10 mil documentos desclasificados por el Archivo Nacional de Seguridad de EE.UU., lo vinculan con “La Cofradía”, un grupo élite de oficiales de inteligencia, que desde los años ochenta se dedicaron al crimen organizado, escuchas telefónicas, tráfico de droga y contrabando, entre otros ilícitos.
En 2002, el portavoz del Departamento de Estado, Richard A. Boucher, anuncia la cancelación de su visa bajo una sección de la Ley de Inmigración y Nacionalidad relacionada con el narcotráfico.

En diciembre pasado, el ex presidente del Crédito Hipotecario Nacional, José Armando Llort, lo acusó en la Corte Sur de Nueva York de ser parte de lavado de dinero proveniente del erario nacional, en la que participó el ex presidente Alfonso Portillo.
El general retirado Luis Francisco Ortega Menaldo niega como lo ha hecho durante más de tres décadas, su relación con estos grupos y elogia el trabajo que hace la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), incluyendo el caso del ex presidente Portillo. Es enfático al decir que fue pionero en que se concretara la firma de los Acuerdos de Paz y destaca que en el caso de Alfredo Moreno, nunca se le pudo comprobar nada. Además, muestra sus condecoraciones recibidas por el Gobierno de, EE.UU. por el combate que libro para combatir el narcotráfico cuando dirigió la inteligencia del Ejército.

¿Que piensa de las declaraciones de Llort que lo involucran en una red de lavado de dinero proveniente del erario, donde participó también Portillo?
– Lo que dijo Llort en Estados Unidos, es una cosa diferente a la realidad y en ningún momento me señala a mí, mejor dicho no aporta alguna prueba de que fuera su jefe, por decirlo así. Hay un montón de mentiras y especulaciones al respecto de cómo yo conocí a Llort.

Sin embargo, Estados Unidos abre un caso, basado en las declaraciones de un testigo, que los responsabiliza a usted, como el cerebro que dirigió dos esquemas de lavado de dinero en el Crédito Hipotecario Nacional. ¿Qué piensa cuando escucha las acusaciones de Llort?
– ¿Usted cree que si Llort hubiera aportado esas pruebas no estuviera yo dentro del proceso de Portillo? Lo que él dice es mentira, Llort no puede decir una calumnia de tal naturaleza, yo no ordené nada. Primero, dijo que yo había llevado el dinero a las bóvedas en la noche, pero el Gerente del banco lo desmintió cuando dijo que no me conocía. Yo no conozco el banco, nunca fui de noche. Es una mentira todo lo que se dice.

¿Por qué cree usted que Llort dio ese testimonio?
– Yo no sé cuáles móviles tuvo él para mencionarme. Ahora sólo falta que diga que yo era el jefe de los ministros y de los presidentes y de todo. Eso es imposible. Porque nadie le puede dar una orden a un presidente, sea el que sea. Hay una confabulación, pienso yo, o para desviar la atención, o para inculparme a mí de hechos que son irreales.

¿Dentro de esta confabulación está la declaración de Llort?
– Es que Llort dijo una cosa, pero no hay ningún fundamento de lo que dijo Llort, si es que lo dijo. Yo no sé si lo dijo. Yo no tengo ninguna declaración de Llort.

¿Cree que Llort está dando falso testimonio?
– Yo no sé. Yo rechazo mi vinculación con lo que Llort pueda hacer, porque no le ordené nada. Además, en las investigaciones de Estados Unidos no me mencionan a mí, no dicen que Ortega es responsable de todo lo que pasó, todo está claro. Yo rechazo esas declaraciones porque son completamente falsas.

¿Tiene usted cómo comprobar que Llort está mintiendo?
– Y cómo lo voy a comprobar yo, si él tiene alguna prueba sí, pero que muestre él alguna prueba mía. Yo le puedo rechazar a él todas las acusaciones porque son falsas, no están basadas en ningún documento, son puras desinformaciones.

Quedaron probadas las transacciones de al menos Q4 millones a cuentas relacionadas con usted, y en específico a favor de su esposa. ¿A qué se debían esas transferencias?
– Esas fueron en 2002, cuando nosotros vendimos la finca, tengo documentos que comprueban esa transacción. Ese dinero yo lo cambié en Confia, que fue una financiera y fue mandado a Estados Unidos a unas cuentas que nosotros tenemos desde 1994. O sea, que no fue una cuenta que fue abierta para meter unos fondos, sino que era una cuenta que mi esposa tenía abierta.

Confia estuvo relacionada comercialmente con Llort y de estas transacciones se mencionaron varios funcionarios de CHN ¿qué tipo de negocios estableció usted con ellos?
– Ninguno. No tengo ningún negocio con nadie, ni empresas, ni nada con nadie. Nunca tuve ningún pariente, ni parentesco ni nada durante el gobierno del ex presidente Portillo.

La única compra venta de tierra probada, según las acusación de Estados Unidos, es una: y es en Zacapa, propiedad de Bruno Stragá.
– Sí así es.

¿Tenía conocimiento de eso?
– Sí yo tengo conocimiento, tengo el documento que salió en internet.

También en su declaración, Llort Quiteño mencionó la compra de equipo de escuchas telefónicas que usted habría hecho con fondos del CHN. Y ubicó la sede de dichas escuchas en una casa de la zona 9, también propiedad de su esposa. ¿Qué dice de la acusación?
– Falso. Primero que todo, en esa casa cuando se estaba remodelando para alquilar o vender que era uno de los propósitos, había un parqueo. Y con el monto que dicen allí no se puede jamás comprar un equipo de escuchas telefónicas, es ridículo y sólo alguien que no conozca, sabe de que con Q200 mil, Q300 mil o Q600 mil no se puede comprar ese equipo, además tiene que haber una relación con las telefónicas y nunca hubo.

¿Conoció a Llort?
– Sí lo conocí, platiqué con él, llegué a Confia, cambié el dinero con él. Lo conocí en marzo de 2000, siendo ya presidente del Crédito Hipotecario, pero yo no puse a Llort como dice elPeriódico, ni siquiera sabía quién era Llort. Sabía que estaba casado con una familia honorable, se miraba una persona normal y de bien, nunca pensé que fuera a causar tanto problema si no no cambio el dinero yo allí nunca, y los cambios de dinero de la finca de mi esposa fueron antes de que se diera el traslado del dinero que están mencionando tanto, donde decían que yo había sido.

¿Su relación con Llort empieza por Confia y la venta de la finca?
– No. Yo lo conozco a él en un partido de fútbol, conocí que tenían Confia, que eran de Confia, pero nunca hubo una relación estrecha con él.

¿Tenía conocimiento de la relación de él con Confia?
– Sí, por supuesto, claro que sí.

Y ahora que Llort le acusa frente a la Fiscalía de Nueva York ¿está dispuesto a comparecer frente a la justicia norteamericana, si en caso fuera requerido?
– Por supuesto, estoy dispuesto a ir donde sea con tal de mostrar mi inocencia porque estoy limpio. Las cosas que dijo Llort son sin sustento, cosas concretas no hay.

¿Cuál fue su papel durante la administración de Alfonso Portillo?
– La relación fue muy poca. Casi nada, se lo garantizo y no es mentira porque tengo un documento que envié a la Embajada Americana donde hago mención que no tengo vínculos o relación con él. No tuve relación, más que esporádica, de vez en cuando que era muy poco, incluso tengo bastante tiempo de no verlo.

General ¿qué es “La Cofradía”?
– Es un invento a saber de quién, saber quién se la fumó y dijo La Cofradía son todos los de inteligencia, pero en realidad no existe. Es una palabra que se sacaron los camaradas para distinguir tal vez a los oficiales que más habían combatido y atacado a la guerrilla. Pero La Cofradía no existe y yo no tengo relación con ningún militar.

¿Qué opinión le merece que los archivos desclasificados de EE.UU. lo coloquen como pieza angular de esta organización?
– No dicen así. Dicen que por ser amigo de Moreno se presume. Usted cree que si a mí me hubieran tenido en esos términos hubiera sido condecorado por la Junta Interamericana de Defensa en 1996. Los documentos desclasificados son informaciones que reciben los agentes de las agencias y por eso están tachadas un montón de cosas de lo que informaron. Pero no dicen el general Ortega es miembro de La Cofradía.

¿Por qué lo relacionaron los informantes con “La Cofradía”?
– Yo pienso que en parte, todo es por la campaña que mucha gente todavía lleva porque la gente sufrió mucho durante la guerra y todavía hay muchas heridas, porque lo ven a uno como una persona que combatió y que luchó contra estos grupos.

¿Qué papel exacto jugó usted en la lucha contrainsurgente?
– Yo combatí la guerrilla como todos los soldados. Fui herido dos veces, una me amputaron el dedo y en la otra me perforaron todo el pecho en una casa de seguridad aquí en la capital. Combatimos porque era una amenaza, pero también combatimos el narcotráfico, los secuestros y rescatamos mucha gente.

Pero la lucha supuso una gran cantidad de desmanes: torturas, desapariciones, ejecuciones. ¿Qué puede decir de ese pasado?
– Es triste, porque fue una guerra entre hermanos y como en toda guerra hay muertos, hay injusticias, hay cosas desagradables, que se superaron con la firma de la paz y ahora deberíamos de seguir adelante. Las bases de la firma de la paz se dieron durante el gobierno del ex presidente Vinicio Cerezo a instancias de nosotros. Porque los primeros que dieron la apertura con la insurgencia fuimos nosotros, cuando yo era director de inteligencia, el ministro de la Defensa era el general Gramajo y el jefe del Estado Mayor era el general Callejas.

A usted se le ha señalado, como parte de la lucha contrainsurgente desde la inteligencia militar, como artífice de una estructura para vigilar el ingreso de armas por medio de las aduanas. Esa estructura le habría servido para favorecer el contrabando. ¿Qué hizo usted en Aduanas?
– Nada. Yo no nombré al general Callejas, ni influí en el Presidente para que lo mandaran a Aduanas. Lo que se hizo en época del general Lucas fue poner un control fronterizo no aduanal para evitar que ingresara cualquier furgón, luego viene el golpe del general Ríos Montt y yo me voy a Italia a estudiar casi por tres años.

Cuando se confiscó la casa de Alfredo Moreno se encontraron fotografías en las que posaba usted junto a él y  Portillo ¿cuál era su relación con ellos?
– Estando yo en Washington en la Junta Interamericana de Defensa llega Moreno y Portillo y yo tuve una reunión con ellos, ni se presumía que Portillo iba ser candidato, allí se tomaron las fotos, pero no hubo una relación estrecha de nada de nada.*

¿Fue casualidad que se encontraran?
– No, ellos llamaron a la delegaduría militar para invitarnos a un almuerzo

¿Quién llamo?
– Moreno, Portillo no fue. Moreno dijo somos de Guatemala y los queremos invitar a un almuerzo, ellos viajaban juntos y yo estaba desempeñando la Dirección de la Junta Interamericana de Defensa y el general Letona estaba como agregado militar, vivíamos allá.

Cuando EE.UU. le revocó la visa, le señaló de participar en el narcotráfico. Usted dijo en ese momento que podía demostrar su participación en la lucha antinarcóticos. ¿Qué ha hecho desde que perdió la visa?
– Cuando Estados Unidos me retira la visa por puras situaciones publicitarias, yo pedí que se me presentaran las pruebas y le juro que no hubo ninguna. Fue una decisión de la embajada, lo cual yo respeto pero no comparto, porque yo fui el hombre que más he combatido el narcotráfico y con pruebas, 10 mil kilos incautados cuando estuvimos en inteligencia. Jamás me prestaría a relacionarme con esta clase de delincuentes. No descarto luchar para recuperar mi visa a pesar que el costo de los abogados es muy oneroso, porque tengo que limpiar mi nombre.
*Bajo el regimen de Jorge Serrano mientras el general Ortega fungió como jefe de EMP, Moreno estuvo de alta como especialista en el “archivo” bajo sus órdenes.

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