viernes, 5 de febrero de 2010

Articulo: Las mesas de diálogo

Las mesas de diálogo 

elperiodico  

Las telefónicas quieren dar una migaja.

Por: Miguel Ángel albizures
Las condiciones para el diálogo las ponen los de siempre y les apoyan los partidos y dirigentes que están condicionados y tienen la esperanza de ser financiados por ellos en la próxima campaña electoral. En todo esto, las organizaciones sindicales, de justicia, cooperativas, de derechos humanos; que piensan más en los derechos del pueblo, que quieren y plantean se avance en aspectos de justicia social y en la construcción de un país y una sociedad un poquitío más justa y solidaria, están fuera, no tocan pito en este entierro de la posibilidad de un desarrollo integral del país porque tienen una visión diferente a la de empresarios, de dirigentes de partidos y de funcionarios de gobierno que negocian con el hambre del pueblo.

Más claro no canta el gallo. Cuando estamos en un cuatro de febrero, aniversario de la catástrofe de la cual no se reponen los sempiternos excluidos y marginados de los bienes terrenales, como tampoco los damnificados por el ‘Stan’,  mientras tanto, los pobrecitos empresarios van a las mesas de negociación, con su propuesta que ya sabíamos, de mesa limpia; hay que retirar la débil reforma fiscal, que no llega ni a “paquete”, mucho menos a Pacto Fiscal, o de lo contrario se retiran junto con los partidos que les hacen segunda.

Y las transnacionales de la telefonía no se quedan atrás, quieren dar una migaja, rechazan cualquier tipo de control, amenazan con cargar, y ya lo están haciendo, cualquier impuesto a los usuarios y no hay poder ni valor humano que les diga que se larguen con su música a otra parte. Así las cosas, para qué pueden servir las otras mesas de desarrollo social, gobernabilidad o reactivación económica, si el Estado no puede disponer de recursos para implementar lo que se propongan, pues los diputados se alinean al mejor postor y con “hidalguía”, según ellos, defienden los intereses de quienes les embarran la mano para terminar siendo los nuevos ricos en el corto período de cuatro años. ¿Qué país puede avanzar con un sector empresarial tan retrógrado? ¿Qué país puede avanzar con partidos políticos electoreros y oportunistas? Ninguno, y menos Guatemala en donde el movimiento social no tiene la fuerza suficiente para hacerlos retroceder en sus ambiciones y sentar a cada quien en el lugar que le corresponde.

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