Declaración de XXV aniversario de lucha sindical clasista
Por la Unión Sindical de trabajadores de Guatemala - UNSITRAGUA - Guatemala, 8 de febrero de 2010
Compañeros y compañeras, hoy que conmemoramos el glorioso XXV aniversario de fundación del esfuerzo obrero sindical, denominado: Unión Sindical de Trabajadores de Guatemala –UNSITRAGUA-, No podemos dejar en el olvido, la difícil y critica situación política y social que por aquellos días se vivía, situación que ha sido el denominador común de la lucha sindical y popular guatemalteco, con excepción de la cada vez más lejana primavera democrática del periodo de la Revolución del 1944 a 1954 y que históricamente a golpeado al sindicalismo guatemalteco a lo largo de su historia, camino que se ha teñido de rojo como ofrenda valiente de miles de compañeras y compañeros que con su sangre marcaron el camino que hemos, desde hace veinticinco años recorrido hasta llegar al día de hoy.
Era la época en que, la sanguinaria brutalidad del gobierno de facto del militar Oscar Humberto Mejía Víctores, continuaba la política represiva tarea encomendada por gobiernos anteriores, -igual de sanguinarios y brutales, y cuyo denominador común era el servilismo para con los intereses económicos de los “todopoderosos” empresarios nacionales y extranjeros-; esta tarea significaba pues, eliminar toda forma pacífica de lucha porque se respetara la vida, por una vida digna, por una democracia participativa y, que en la práctica significo la destrucción de las organizaciones sindicales y populares, como la Federación Sindical Autónoma de Guatemala –FASGUA-, Central Nacional de Trabajadores -CNT- las que fueron totalmente aniquiladas, mientras que en el caso de la Federación de Trabajadores de Guatemala -FTG- fuera duramente golpeada, desarticulando a su dirección nacional; fueron muy pocos los sindicatos que pudieron sobrevivir la criminal política de agresión Estado-patronal.
De la misma forma con la que era atacado y desarticulado el movimiento sindical guatemalteco, otras organizaciones hermanas fueron víctimas de la misma, tal el caso del Comité de Unidad Campesina –CUC, El Movimiento Nacional de Pobladores -MONAP-, las Asociaciones de Estudiantes Universitarios y de Educación Media, en especial las históricas y beligerantes AEU y CEEM, el Comité de Emergencia de los Trabajadores del Estado -CETE-, y la organización unitaria de coordinación nacional el Comité Nacional de Unidad Sindical -CNUS-, entre otros.
Es pues en esta etapa de convulsión social que obliga a los pocos sindicatos sobrevivientes a la política criminal del Estado guatemalteco a buscar nuevos niveles de Organización, Unidad y Lucha. En un primer momento, fueron los sindicatos que pertenecieron a FASGUA, CNT y de la FTG los que intentaron en 1983 crear una nueva organización sindical unitaria, sin embargo, las condiciones de represión aún se mantenían, y este intento se vio desquebrajado con el secuestro y asesinado de otros dirigentes sindicales, destacando el del compañero Fernando García del sindicato de la empresa CAVISA.
Es así como el 8 de febrero de 1985, luego de un largo, difícil y clandestino proceso de rearticulación sale a luz publica el nuevo y renovado esfuerzo unitario de las y los trabajadores guatemaltecos, denominado la UNION SINDICAL DE TRABAJADORES DE GUATEMALA -UNSITRAGUA-, proceso que se inicia con 8 sindicatos de trabajadores y trabajadoras del sector privado; siendo desde su inicio la definición del pensamiento clasista y una coordinación horizontal, su principal característica y sus principios: la Fraternidad, Unidad, Solidaridad, Pluralismo, y Democracia, bases sobre las que impulsa la lucha permanente y consecuente en defensa de los derechos e intereses de la clase trabajadora y de los demás sectores populares.
Hoy, veinticinco años después, las causas que dieron origen a la fundación de UNSITRAGUA no solo permanecen sino, más aún, se han incrementado; la lógica del pensamiento neoliberal, de explotar y deshumanizar las relaciones laborales, negar la tierra del campesinado, excluir y marginar a los indígenas, xinca y garífuna, aún sigue siendo una constante en nuestro país, los niveles de represión directa y solapada, la ineficacia de la Inspección General de Trabajo y del Ministerio de Trabajo en su conjunto, sumado a la lentitud y complicidad con la que los operadores de justicia deciden sobre temas tan sensibles como la libertad sindical y el derecho a la negociación colectiva, nos hacen ver, que aquella valiente lucha iniciada en el año 1985, no solo esta vigente sino más aún es cada día es más necesaria.
Pero también debemos de reconocer madura y autocríticamente, que a lo largo de estos veinticinco años de existencia, nuestra naturaleza humana nos ha conducido a tener tantos aciertos como desaciertos, y que probablemente en algunos momentos hemos desviado la atención de los verdaderos principios de nuestra gloriosa UNSITRAGUA; errores, que afortunadamente nos han hecho crecer y fortalecernos más, comprometiéndonos a la unidad del movimiento sindical y popular guatemalteco, unidad que no debe confundirse con la cooptación, aletargamiento y renuncia de nuestra propia identidad sindical; y aunque aún falta mucho por hacer, para la consolidación del movimiento sindical guatemalteco, hoy más que nunca confiamos en ir por una senda correcta, senda por la cual no hubiéramos podido caminar si no fuera por el aporte valioso de muchas compañeras y compañeros que nos mostraron el camino que debiéramos de recorrer, senda en la cual hemos sido acompañados por organizaciones hermanas a nivel internacional, tales como LO de Noruega, FNV de Holanda, Comisiones Obreras de España, 3F de Dinamarca, entre otras, que han sentido como propio el sufrimiento de la clase trabajadora guatemalteca, esa senda pues, es la que al final de cuentas nos ha de conducir mucho más temprano que tarde, al amanecer victorioso, en donde de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre y mujer libre, para construir una sociedad de justicia social, para una mejor vida.
Era la época en que, la sanguinaria brutalidad del gobierno de facto del militar Oscar Humberto Mejía Víctores, continuaba la política represiva tarea encomendada por gobiernos anteriores, -igual de sanguinarios y brutales, y cuyo denominador común era el servilismo para con los intereses económicos de los “todopoderosos” empresarios nacionales y extranjeros-; esta tarea significaba pues, eliminar toda forma pacífica de lucha porque se respetara la vida, por una vida digna, por una democracia participativa y, que en la práctica significo la destrucción de las organizaciones sindicales y populares, como la Federación Sindical Autónoma de Guatemala –FASGUA-, Central Nacional de Trabajadores -CNT- las que fueron totalmente aniquiladas, mientras que en el caso de la Federación de Trabajadores de Guatemala -FTG- fuera duramente golpeada, desarticulando a su dirección nacional; fueron muy pocos los sindicatos que pudieron sobrevivir la criminal política de agresión Estado-patronal.
De la misma forma con la que era atacado y desarticulado el movimiento sindical guatemalteco, otras organizaciones hermanas fueron víctimas de la misma, tal el caso del Comité de Unidad Campesina –CUC, El Movimiento Nacional de Pobladores -MONAP-, las Asociaciones de Estudiantes Universitarios y de Educación Media, en especial las históricas y beligerantes AEU y CEEM, el Comité de Emergencia de los Trabajadores del Estado -CETE-, y la organización unitaria de coordinación nacional el Comité Nacional de Unidad Sindical -CNUS-, entre otros.
Es pues en esta etapa de convulsión social que obliga a los pocos sindicatos sobrevivientes a la política criminal del Estado guatemalteco a buscar nuevos niveles de Organización, Unidad y Lucha. En un primer momento, fueron los sindicatos que pertenecieron a FASGUA, CNT y de la FTG los que intentaron en 1983 crear una nueva organización sindical unitaria, sin embargo, las condiciones de represión aún se mantenían, y este intento se vio desquebrajado con el secuestro y asesinado de otros dirigentes sindicales, destacando el del compañero Fernando García del sindicato de la empresa CAVISA.
Es así como el 8 de febrero de 1985, luego de un largo, difícil y clandestino proceso de rearticulación sale a luz publica el nuevo y renovado esfuerzo unitario de las y los trabajadores guatemaltecos, denominado la UNION SINDICAL DE TRABAJADORES DE GUATEMALA -UNSITRAGUA-, proceso que se inicia con 8 sindicatos de trabajadores y trabajadoras del sector privado; siendo desde su inicio la definición del pensamiento clasista y una coordinación horizontal, su principal característica y sus principios: la Fraternidad, Unidad, Solidaridad, Pluralismo, y Democracia, bases sobre las que impulsa la lucha permanente y consecuente en defensa de los derechos e intereses de la clase trabajadora y de los demás sectores populares.
Hoy, veinticinco años después, las causas que dieron origen a la fundación de UNSITRAGUA no solo permanecen sino, más aún, se han incrementado; la lógica del pensamiento neoliberal, de explotar y deshumanizar las relaciones laborales, negar la tierra del campesinado, excluir y marginar a los indígenas, xinca y garífuna, aún sigue siendo una constante en nuestro país, los niveles de represión directa y solapada, la ineficacia de la Inspección General de Trabajo y del Ministerio de Trabajo en su conjunto, sumado a la lentitud y complicidad con la que los operadores de justicia deciden sobre temas tan sensibles como la libertad sindical y el derecho a la negociación colectiva, nos hacen ver, que aquella valiente lucha iniciada en el año 1985, no solo esta vigente sino más aún es cada día es más necesaria.
Pero también debemos de reconocer madura y autocríticamente, que a lo largo de estos veinticinco años de existencia, nuestra naturaleza humana nos ha conducido a tener tantos aciertos como desaciertos, y que probablemente en algunos momentos hemos desviado la atención de los verdaderos principios de nuestra gloriosa UNSITRAGUA; errores, que afortunadamente nos han hecho crecer y fortalecernos más, comprometiéndonos a la unidad del movimiento sindical y popular guatemalteco, unidad que no debe confundirse con la cooptación, aletargamiento y renuncia de nuestra propia identidad sindical; y aunque aún falta mucho por hacer, para la consolidación del movimiento sindical guatemalteco, hoy más que nunca confiamos en ir por una senda correcta, senda por la cual no hubiéramos podido caminar si no fuera por el aporte valioso de muchas compañeras y compañeros que nos mostraron el camino que debiéramos de recorrer, senda en la cual hemos sido acompañados por organizaciones hermanas a nivel internacional, tales como LO de Noruega, FNV de Holanda, Comisiones Obreras de España, 3F de Dinamarca, entre otras, que han sentido como propio el sufrimiento de la clase trabajadora guatemalteca, esa senda pues, es la que al final de cuentas nos ha de conducir mucho más temprano que tarde, al amanecer victorioso, en donde de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre y mujer libre, para construir una sociedad de justicia social, para una mejor vida.
VIVA LOS VEINTICINCO AÑOS DE LUCHA DE UNSITRAGUA HISTORICA
VIVA LA CLASE TRABAJADORA GUATEMALTECA
VIVA EL SINIDCALISMO CLASISTA
POR LA UNIDAD DE LA CLASE TRABAJADORA
¡¡¡UNSITRAGUA PRESENTE!!!
VIVA LA CLASE TRABAJADORA GUATEMALTECA
VIVA EL SINIDCALISMO CLASISTA
POR LA UNIDAD DE LA CLASE TRABAJADORA
¡¡¡UNSITRAGUA PRESENTE!!!
UNIÓN SINDICAL DE TRABAJADORES DE GUATEMALA - UNSITRAGUA
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