Guatemala: Por el derecho a opinar

Por el derecho a opinar

La polarización no beneficia a nadie.

Miguel Ángel Albizures

La libertad de expresión y opinión hay que defenderla a capa y espada y no se puede permitir que se mancille por intereses políticos o ideológicos. Gobernantes o dirigentes políticos deben tener la madurez suficiente para aguantarse las críticas o aclarar los señalamientos que son falsos, pero nunca impedir el derecho de los ciudadanos a expresarse sobre la gestión gubernamental, a informar y estar informados de la realidad nacional.

Tampoco se puede cerrar los ojos a acciones tendientes a llevar agua al molino de determinados partidos políticos o sectores de poder que les interesa deslegitimar totalmente al Gobierno de turno en su desesperación porque que les suene favorablemente la campana en el 2011 y a la vez torpedear iniciativas o leyes que afectan sus intereses sin importarles que el país se siga hundiendo, pues lo importante para ellos es crear un clima de ingobernabilidad, propenso a defenestrar al Gobierno si da pasos más allá de lo que toleran los grupos de poder.

Tampoco se puede negar la ineficacia y debilidad del Gobierno para lograr el impulso de proyectos de claro beneficio social, garantizar la seguridad ciudadana y combatir la violencia y la impunidad que se extienden a todos los rincones del país y de lo cual son responsables, desde el Presidente de la República hasta los funcionarios incapaces de cumplir su función o que aprovechan el poder para utilizar recursos del Estado e iniciar anticipadamente la campaña política. Pero la responsabilidad de la situación recae en los tres poderes del Estado, en el Ejecutivo, por la carencia de cuadros políticos capaces de sacar a flote el barco; en el Legislativo porque las y los diputados han convertido el hemiciclo en una plaza de mercaderes negociando leyes sin importarles el futuro del país que se hunde en la inseguridad, la violencia y la falta de recursos para los gastos del Estado. Y el Judicial, que nos da ejemplo de lo que es y a qué intereses sirve con la última decisión judicial de otorgar fianza a un prófugo de la justicia acusado de participar en el desfalco de varios millones de quetzales. 

Así como nos manifestamos contra cualquier acción que restrinja el derecho a la libre emisión del pensamiento, nos oponemos rotundamente a cualquier acción que lleve el propósito de romper el orden constitucional para garantizar los intereses de unos pocos. La polarización actual no beneficia a nadie.
Fuente: www.elperiodico.com.gt