Fundación busca a víctimas de guerra
Prensa LibreAplausos, lágrimas y muchas esperanzas mostraron ayer familiares de cientos de desaparecidos, que acudieron al cementerio La Verbena, zona 7, para dar inicio a la excavación de los osarios en donde están depositados cadáveres no identificados, que podrían ser de personas torturadas y asesinadas durante el conflicto armado interno.
“¿Cuántos no hemos estado ya aquí, hace 20 o 30 años, buscando a nuestros hermanos, padres o madres?”, preguntó Lucrecia Molina, hermana de Marco Antonio Molina Theissen, desaparecido el 6 de octubre de 1981, cuando tenía 14 años.
“La verdad también fue desaparecida en Guatemala, junto a mi hermano y 45 mil víctimas más”, lamentó. Sin embargo, ayer fue importante para muchos, porque si aparecen sus familiares, la verdad también podrá salir a la luz.
La mañana, gris y con viento, comenzó con un acto formal en el que se presentó el proyecto, que calcula que al menos 889 desaparecidos están en los osarios, según los libros de registro del camposanto.
“Ofrezco disculpas a los familiares, porque durante años fuimos a realizar exhumaciones a los departamentos, y nunca nos preocupamos de buscar a los desaparecidos urbanos. Pero esto se acabó hoy”, dijo Fredy Peccerelli, director de la Fundación de Antropología Forense, a cargo de la investigación.
Un minuto de aplausos recordó a los desaparecidos, y luego, familiares y asistentes se acercaron hasta la tumba, para presenciar la bendición efectuada por el obispo auxiliar Antonio Martínez.
Solo cuando los familiares comenzaron a gritar uno por uno, alrededor de la fosa, los nombres de sus seres queridos, el sol comenzó a asomar en La Verbena, testigo mudo de las atrocidades cometidas durante años de represión y conflicto.
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