viernes, 1 de octubre de 2010

Las comunidades queremos un desarrollo digno y justo, con armonía y respeto con la Madre Tierra

BOLETÍN DE PRENSA 
Una delegación de representantes de comunidades amenazadas por las hidroeléctricas de Xalalá y San Luís, provenientes de los municipios de Cobán, Uspantán e Ixcán hemos venido a Ciudad de Guatemala para denunciar los graves daños que ocasiona la construcción de hidroeléctricas y reiterar al gobierno la posición de nuestras comunidades.    Esta delegación ha sido nombrada para entregar un memorial firmado  por 2158 personas que respaldan nuestra posición.

El gobierno sigue promoviendo la inversión extranjera para construir hidroeléctricas en territorios de comunidades indígenas, como parte de sus planes para cambiar la matriz energética y favorecer la exportación de energía.  Con ese motivo el Ministerio de Energía y Minas realiza una amplia campaña para promover la inversión extranjera para la construcción de 104 hidroeléctricas, ubicadas principalmente en territorios indígenas en los departamentos de San Marcos, Huehuetenango, El Quichén, Alta y Baja Verapaz, El Petén y en el área Chortí.    El proyecto hidroeléctrico Xalalá es el más grande de esos proyectos.     
Venimos a decirles que nuestras tierras no están en venta y que antes de realizar cualquier obra o plan de desarrollo debe contar con la autorización libre, previa e informada de nuestras comunidades.  No estamos de acuerdo que sigan llegando a nuestras comunidades a sacar fotografías y hacer estudios de nuestros ríos, arroyos y recursos naturales, pues no han informado, ni pedido permiso a nuestras comunidades 
El INDE ha publicado que el embalse de la represa Xalalá abarcará únicamente 7.5 Kilómetros cuadrados, pero según los datos del propio INDE publica sobre la altura de la represa, el área inundada abarcará 42 kilómetros cuadrados. Afectará directamente  las mejores tierras de más de 50 comunidades q’eqchis en los municipios de Cobán, Ixcán y Uspantán.   Además resultarán afectadas indirectamente otras 44 comunidades ubicadas en las riveras del Río Chixoy y Río Copon impactando en la vida de más de 30 mil personas, cuyos derechos a la alimentación, a la salud y a una vida digna se verán afectados.    
El gobierno y los funcionarios del Ministerio de Energia y Mina dicen que las hidroeléctricas producen energía limpia y barata, y ocultan el impacto ambiental, que afecta la vida de las personas y los animales. Nuestras comunidades ya están sufriendo la contaminación, crecientes e inundaciones desde que empezaron a construir las hidroeléctricas de Palo Viejo e Hidro Xacbal.  Ahora nuestras aguas están contaminadas, ya no son cristalinas como antes.  Ahora se altera artificialmente el caudal de los ríos,  falta el agua cuando más la necesitamos, crecen los ríos sorpresivamente, aparecen los peces muertos y cuando está lloviendo mucho liberan el agua de la represa, causando grandes crecientes e inundaciones.    
La energía es barata para las empresas, pero no para nuestras comunidades.   Los ríos son fuente de vida, pues irrigan la tierra y la vuelven fértil.   Si se construye  la represa vamos a perder nuestras mejores tierras y nuestra seguridad alimentaria.  ¿Por qué hemos de sacrificar nuestras tierras y la vida de nuestras comunidades, que son las más marginadas del país, para satisfacer las demandas del mercado y el abuso en el consumo de los que más tienen? 
Alzamos la voz y exigimos que se nos reconozca nuestros derechos a la vida, a tener agua limpia, maíz, fríjol y otros productos alimenticios para nuestras familias, a vivir en armonía en nuestros territorios, sin la presencia de empresas transnacionales que saquean los que nos pertenece y asesina la sonrisa de las niñas y niños.   
Las comunidades queremos un desarrollo digno y justo, con armonía y respeto con la Madre Tierra.  Conocemos las condiciones en las que viven actualmente los hermanos achíes, después de 30 años el gobierno no ha reparado los daños físicos, psicológicos y materiales que provoco la construcción de la Represa Chixoy. Hoy nuevamente nos quieren silenciar, con el miedo, intimidaciones, violencia y control.   Le decimos no señores… hoy sabemos cuáles son nuestros derechos y no volverá a ocurrir otro genocidio provocado por la ambición de las grandes empresas.   
ASOCIACIÓN DE COMUNIDADES POR LA DEFENSA DE LA TIERRA Y LOS RECURSOS NATURALES –ACODET-
FRENTE GUATEMALTECO DE AMENAZADOS Y AFECTADOS POR HIDROELÉCTRICA Y EN DEFENSA DEL AGUA – FGAARDA-

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