martes, 19 de octubre de 2010

Guatemala: LA UNIDAD DE LA IZQUIERDA: UNA TAREA URGENTE E IMPRESCINDIBLE

                            
No. 13 – Guatemala, Octubre 20 de 2010 – Año 10

LA UNIDAD DE LA IZQUIERDA:
UNA TAREA URGENTE E IMPRESCINDIBLE 


Guatemala, gobernada por una oligarquía descolorida, despistada, inculta y anclada en el pasado colonial, está sumergida desde hace mucho en la pobreza y la miseria a causa de las ambiciones desmedidas de ésta que sin escrúpulos ha llevado a cabo negocios particulares que  solo favorecen a ella y a las transnacionales extranjeras que pululan en nuestra geografía. Todo, bajo el falso argumento del desarrollo para las comunidades donde operan y que, en total contradicción a ese discurso trillado, solo han dejado en dichas zonas, desertización por la deforestación que provocan, fuentes de agua intoxicadas por agentes químicos que utilizan en el proceso de purificación de los productos  que extraen, contaminación de aire, suelo y subsuelo a través de los derrames propios de dichas actividades, pero más que ello, daños en la población de dichas comunidades que, aunque no visibles en lo inmediato, van evidenciándose con el paso de los meses, tales como enfermedades en piel y órganos internos que acarrean traumas y discapacidades posteriores llevándolas incluso, a la muerte; lo cual no compensa en lo más mínimo la irrisoria cantidad de puestos de trabajo de la que se jactan en su publicidad.
No obstante, dichos atropellos, el gobierno “socialdemócrata” del Ing. Álvaro Colom, hace caso omiso a las violaciones sistemáticas de dichas empresas mostrándose incapaz de frenarlas y en otros casos, convirtiéndose en cómplice de ellas lo cual le ha restado credibilidad a su gestión. Tal es el caso de la renovación del contrato a la petrolera francesa Perenco por un lapso de 15 años más.
De ese carácter ambivalente, se aprovecha la oligarquía para provocar un clima de violencia e  inestabilidad que golpea directamente a la población más pobre con el ánimo de desanimar, desacreditar y sabotear dentro de los beneficiarios directos la labor gubernamental en beneficio, por mínimo y asistencialista que sea, de los sectores más vulnerables.
A ello, se suman otros actores como el narcotráfico que aprovechando la debilidad del Estado, opera flagrantemente en varios municipios del país en contubernio con entes privados y autoridades.
El gobierno, acorralado por la labor mediática de descalificación a cuenta de la mayoría de los medios de comunicación al servicio de la oligarquía, ha querido lavar su imagen con la persecución de exfuncionarios de gobiernos anteriores, sin embargo, por la debilidad de la labor investigativa por parte del Ministerio Público, es muy probable que dichas acciones, aunque importantes para fortalecer la justicia, no prosperen dejando más desilusión que satisfacción y confianza.     
De esa cuenta, es necesario que la izquierda, latente en las organizaciones populares e institucionales, no siga creyendo en esas iniciativas populistas, sino rescatando su sentido histórico, encamine sus pasos a la unidad de sus militantes en búsqueda, en principio, de constituirse en una fuerza de oposición real a los gobiernos de derecha con o sin disfraz de izquierda y, en segundo lugar, prepararse para gobernar el Estado para lograr las conquistas que el pueblo necesita y espera con tanto anhelo.
Este 20 de octubre, una vez más, se recuerda a la clase trabajadora empleada o desempleada, que la agenda del gobierno revolucionario de Árbenz quedó truncada por su derrocamiento a manos de la oligarquía local y el gobierno de Estados Unidos. Ésta y los Acuerdos de Paz son la plataforma mínima del futuro gobierno revolucionario por el cual debemos luchar unidos salvando las diferencias que son mínimas en comparación al objetivo supremo de instalar un gobierno de izquierda.
¡VIVA LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE!

¡VIVA LA CLASE TRABAJADORA!

No hay comentarios:

Publicar un comentario